A varios de nosotros nos decían cuando niños que nos tomáramos la leche para que creciéramos fuertes y sanos, ¿verdad? La razón es que la leche de vaca contiene bastante calcio, que ayuda a los huesos.
Pero el calcio no sólo sirve para los huesos, como algunos podrían creer. Este mineral también es necesario para otras partes de nuestro cuerpo.
De todos los minerales, el más abundante en nuestro organismo es el calcio, debido a que los huesos y los dientes están compuestos principalmente de esta sustancia, según MedlinePlus de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.
Específicamente, alrededor del 99,1% del calcio en nuestro organismo se encuentra en los huesos y dientes, de acuerdo al periódico español El País.
Aparte de eso, otras zonas del cuerpo que están formadas -en parte- por calcio son las neuronas, tejidos corporales, la sangre y otros líquidos.
Esto implica que el calcio también es necesario para que las siguientes funciones se desarrollen con normalidad:
-La coagulación de la sangre.
-El envío y recepción de señales nerviosas.
-La contracción y relajación muscular.
-La secreción de hormonas y otros químicos.
-El mantenimiento de un ritmo cardíaco normal.
-La división de células.
-El correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
-La fecundación.
Control del peso y otros beneficios
Además de todas las funciones que ya enumeramos, el calcio también trae otros beneficios a nuestra salud.
Una de ellas es que ayuda a controlar el peso corporal: si se consumen en promedio 1.200 miligramos de calcio al día (un vaso de leche equivale a 300 miligramos), este mineral podría ayudar a perder grasa corporal, indica El País.
Asimismo, un estudio del recinto médico estadounidense Children’s National Medical Center concluyó que, si los niños consumen dosis normales de calcio, eso podría ayudar a prevenir la diabetes tipo 2.
Esto se aplicaría incluso en casos de infantes que estén predispuestos genéticamente a la diabetes tipo 2, señala el portal de ciencia EurekAlert.
Cuánto calcio se recomienda consumir al día
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) aconseja ingerir alrededor de 1.300 miligramos de calcio al día en el caso de los niños hasta 19 años y en embarazadas, sostiene El País.
Para las personas entre 20 y 59 años recomienda 1.000 miligramos al día, y a partir de los 60 años la dosis vuelve a aumentar hasta 1.200 miligramos.
Recordemos que, como ya habíamos indicado, un vaso de leche de vaca equivale a unos 300 miligramos, así que si tomaras dos vasos al día ya tendrías cubierta una parte importante de la dosis que necesita tu cuerpo.