Un consejo que se ha escuchado mucho durante el último tiempo, por parte de profesionales, amigos e incluso los medios, es el de tomar agua cada vez que podamos. Ya sea para bajar de peso, tener energía o evitar el sueño, tomar agua se ha ido transformando en una costumbre que se considera por casi todos como muy sana debido a los efectos positivos que tiene en nuestra salud y en la vida diaria.
Por lo mismo, hoy es muy habitual ver a personas caminar por distintas partes, en diferentes situaciones, con una botella llena de agua, y abriéndola cada cierto tiempo para beber de ella. Como señalábamos antes, algunos lo hacen para mantener la línea, otros para seguir con energía o también para estar bien hidratados.
Sin embargo, la mayoría no sabe que hasta la fecha no existen bases científicas para aconsejar tomar niveles de agua superiores a lo normal. Así lo comprobó el científico y doctor Heinz Valtin en 2002. Hace 15 años. Un dato sorprendente pero que no tuvo suficiente difusión.
Entonces, para consumir las cantidades necesarias y evitar posibles intoxicaciones de agua (que pueden pasar), te dejamos aquí un par de recomendaciones para el consumo de agua.
Sed
Desde tiempos primitivos, la sed ha sido un elemento clave para la sobrevivencia humana. Es el único instinto que nos dice cuándo necesitamos líquido y, según explican los expertos, deberíamos confiar más en él que en las informaciones que pueden entregar algunos medios o cercanos y que puede estar alejado de lo que realmente necesitamos.
Así lo aconseja el doctor Lluís Serra-Majem, director de la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados en Hidratación (CIEAH) de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, y miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBEROBN). Este también descarta la necesidad de contar vasos de agua al día como también duda de que el agua, en exceso, pueda producir algún tipo de problema a menos de que se trate de un atleta de elite.
De esta forma, lo ideal según el experto es guiarnos por la sensación de sed que tengamos y tomar agua basados solamente en eso y no en números o datos preestablecidos
No es la mejor idea contar vasos
A pesar de que algunas dietas, e incluso profesionales, recomiendan tomar una cierta cantidad de vasos de agua al día, lo cierto es que el cuerpo humano regula solo la cantidad de líquidos que necesita.
Esto lo hace a través de un mecanismo específico, descubierto por un estudio de la Universidad de Monash, Australia. En él explican que cuando se comienza a consumir agua en exceso se inhibe el reflejo de deglución. En consecuencia, la persona que consume demasiados líquidos empieza a sentir que se “le cierra la garganta” y le cuesta hasta 3 veces más tragar agua.
Es justamente aquí cuando se produce el problema, ya que algunas personas, sólo por cumplir con mitos, como el de 8 vasos de agua al día, deciden seguir tomando este líquido a pesar de que el cuerpo ya está avisando que no lo necesita.
Lo ideal, entonces, es poder ir tomando agua a medida que la sed lo va indicando, preocupándonos por lo que el cuerpo va señalando como necesario y así escuchar y seguir nuestras sensaciones.
A modo de conclusión, José Antonio López Calbet, profesor de Fisiología del Ejercicio en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, especializado en Medicina Deportiva, comenta que “recomiendo beber cuando tengamos sed, ni por encima ni por debajo. No basta con leer información en Internet sobre cuánta agua debemos beber. Cada cuerpo es un mundo, y en caso de competiciones exigentes, el asesoramiento profesional es imprescindible porque está en juego la salud”.